El Día de Acción de Gracias se celebra cada cuarto jueves del mes de noviembre y aunque es una festividad originaria de Estados Unidos, la oportunidad de reunirse con los seres queridos y celebrar con la familia y amigos ha encontrado eco en varios países hispanohablantes.
Especialmente en comunidades con influencia estadounidense o con una población significativa de migrantes, esta celebración ha comenzado a adaptarse de maneras interesantes. Si bien no es una tradición oficial en la mayoría de los países hispanohablantes, en muchos hogares y escuelas, se ha convertido en una oportunidad para fomentar valores como la gratitud, la solidaridad y la unión familiar.
¿Cómo se celebra?
En primer lugar, es importante recalcar que en la gran mayoría de los países de América Latina y España, el Día de Acción de Gracias no es una festividad oficial. Por lo tanto, no es un día feriado como lo es en Estados Unidos.
Sin embargo, en lugares como México, Costa Rica y Puerto Rico que cuentan con una fuerte presencia de comunidades estadounidenses, algunas familias organizan cenas de Acción de Gracias. Estas cenas recrean el tradicional banquete con pavo, puré de papa y otros platillos tradicionales de esta celebración.
Por otro lado, estas cenas suelen adaptarse al incorporar la rica herencia gastronómica local. Por ejemplo:
- En México, es común encontrar platillos como tamales o tortillas de maíz acompañando el pavo.
- En Puerto Rico, el arroz con gandules y el pernil suelen compartir protagonismo en la mesa.
Luego, es importante recordar que además de la comida, el enfoque principal de la celebración del Día de Acción de Gracias en estos contextos se centra en reunirse con seres queridos, reflexionar y agradecer por todo aquello que valoran en la vida. Este concepto de unión familiar y gratitud sin duda resuena profundamente con las tradiciones culturales de las comunidades hispanohablantes.
¿Qué enseñar sobre el Día de Acción de Gracias?
Para los maestros de español, esta festividad representa una excelente oportunidad para fomentar conversaciones culturales, enseñar vocabulario nuevo y realizar actividades interactivas. A continuación, presentamos algunas ideas para implementarlas en el salón de clases:
1. Comparar tradiciones
En primer lugar, una actividad interesante podría ser invitar a los estudiantes a realizar investigaciones ya sea individuales o grupales. Esto, con el objetivo de encontrar similitudes o diferencias de celebraciones tradicionales de los países hispanos y el Día de Acción de Gracias. Luego, utilizar los resultados de la investigación para compartir con sus compañeros información relevante de cómo estas tradiciones de gratitud y unión familiar se comparan o diferencian en los diferentes países.
2. Taller de vocabulario
En segundo lugar, introducir vocabulario nuevo relacionado con el Día de Acción de Gracias es una excelente oportunidad para expandir el léxico de la clase. Palabras como gratitud, agradecimiento, compartir, pavo, familia y tradición pueden formar parte de actividades como juegos de sopa de letras, crucigramas o ejercicios de escritura.
3. Escribir 100 cosas por las que se está agradecido
Por otra parte, reta a tus estudiantes a que escriban cien cosas por las que se sienten agradecidos.
Utiliza este increíble recurso el cual es perfecto para fomentar la gratitud en tus estudiantes mientras practican su escritura en español. Este conjunto de hojas de escritura ayuda a los estudiantes a crear su propio mini-librito titulado “100 cosas por las que estoy agradecido” o ” 100 cosas por las que doy gracias”. Este recurso es ideal para trabajar la escritura y celebrar el Día de Acción de Gracias o para cualquier momento del año en el que quieras trabajar el valor de la gratitud.
4. Prepara recetas tradicionales
Finalmente, si las condiciones lo permiten, organiza una actividad donde los estudiantes puedan investigar recetas de platillos típicos del Día de Acción de Gracias. Luego, pídeles que adapten las recetas utilizando ingredientes locales propios de los países hispanohablantes. Esto puede ser una manera divertida y deliciosa de conectar la cultura con el idioma.
En conclusión, el Día de Acción de Gracias es una puerta abierta para hablar sobre la importancia de la gratitud, no solo en contextos estadounidenses, sino también como un valor universal presente en todas las culturas.
A través de actividades dinámicas y reflexivas, podemos fomentar en nuestros estudiantes una mayor apreciación por las tradiciones propias y ajenas. De esta manera, creamos un salón de clases más inclusivo y enriquecedor.
¿Y tú? ¿Cómo celebras o enseñas sobre el Día de Acción de Gracias en tu clase? Nos encantaría leer tus ideas y experiencias. ¡Compártelas en los comentarios!
Amé este recurso, muy atractivo para ser realizado con estudiantes de varios grados.